Esther & Juan
Una boda de esas que me gusta todo… Desde que vi por primera vez, un trocito de este enlace, me enamoró por completo; y no os miento cuando digo que estaba deseando conocer todos los detalles de ella.
Que haya historia en cada elemento me parece de lo más bonito y especial; y cuando hablo de historia, es porque me refiero a historia de verdad, como la de un antiguo reloj familiar, o una mantilla bordada a mano que ha pasado por madres e hijas… No hay nada más auténtico que poder llevar algo tan significativo, en uno de los días más importantes de la vida de una persona.
Porque si, de eso se trata, de hacerlo tan único, que se convierta en uno de los días inolvidables del cuento de tu vida; vivirlo tan intensamente, que quede grabado para siempre, que pase el tiempo que pase, el recordarlo te haga sonreír, te haga FELIZ.
Esther y Juan hoy son nuestros protagonistas, y no hay más que mirar sus caras, para comprobar que si algo hicieron ese día fue sin duda, disfrutar…
Esther escogió un diseño de Sofía Delgado, y no me puede parecer más sencillo, elegante y estiloso. De Sofía Delgado siempre me ha encantado su trabajo, y no hay vestido que no me parezca una maravilla…
Es un traje romántico de inspiración años 40, tela satinada de color envejecido. El resultado es un traje dos piezas en crepe satén color Champagne, con mucha caída, y plisado lateral en la falda. El cuerpo en el mismo tejido tiene estructura cuadrada y tres aberturas en forma de lagrimas rodeando el cuello.
Estaba preciosa, del peinado se encargó Saray Sojo, quien le hizo un moño de bailarina súper fino; y el maquillaje fue cosa de Bibi Redondo de Bobbi Brown, espectacular.
Antes de vestirse, mientras preparaban todo y le maquillaban, llevó un delicado camisón vintage que compró en una tienda con mucho encanto de Australia. Podríamos decir que los zapatos, de la conocida firma Christian Louboutin, también eran de estilo «vintage», y tenía un diseño muy parecido al del top del vestido.
Las joyas tenían un significado muy especial. Los pendientes eran de su madre, y de la firma Barcena; el anillo de Vendome (regalo de sus amigas), y una pulsera antigua, también regalo de su tía por la boda.
De todas las invitadas, Esther destaca a sus amigas más intimas, ya que iban guapísimas vestidas de su propia marca, Momila. Fue una boda llena sobre todo, de buen gusto…
Juan se decantó por un clásico chaqué a medida, de la firma Knack Men, con pantalón diplomático y chaleco con estampado tartan. Iba muy elegante!
La ceremonia se ofició en la Basílica Nuestra Sra de la Milagrosa y una de las cosas que más me llamó la atención, fueron las arras que se intercambiaron, y que por cierto, llevaron unos niños ideales que a todos enamoraron con sus trajecitos en azul, de nido de abeja de Friki como los que llevábamos de pequeñas…
Y es que fueron un regalo que el abuelo de Esther le hizo cuando ella era pequeña… De ahí que son un símbolo muy especial para ambos. La bolsa donde iban guardas además, también fue un regalo, la madre de Juan les bordó sus iniciales y quedó preciosa.
De todo el reportaje fotográfico se encargó Click10 y como ya nos tiene acostumbrados, sus fotografías son una maravilla.
Tras la ceremonia, todos se trasladaron a La Villa del Mentidero, una finca de 10 hectáreas rodeadas de variopinta vegetación aromática, ubicada en pleno Madrid; que decoraron de la mano del fantástico equipo de A-Típica, encargados de la coordinación y organización del evento.
Se trata de una de las empresas de wedding planners más fuertes de España, con una trayectoria impecable, e infinidad de trabajos exquisitos.
De las flores se encargó Elena Suárez & Co, quienes crearon una decoración floral impresionante. Soy una gran seguidora de su obra porque sinceramente creo, que para trabajar así de bonito, hay que ser un auténtico artista, ¡me encanta!
El cóctel estuvo amenizado por el grupo Young Forest en directo; y en un entorno tan idílico, todo invitaba a disfrutar y relajarse por completo.
En los meseros había ilustraciones con peces y elementos marinos, en honor a una de las grandes aficiones de Juan, ya que le encanta la pesca, y a que Esther además, es gallega.
De entre todos los regalos, había alguno que era muy importante para ellos, como por ejemplo, unas bailarinas en color crema, y unos pañuelos de la marcar de Esther, Momila; diseñados en exclusiva para la boda, junto a tarjeteros grabados con un pececito.
Los novios abrieron el baile con la canción ‘cada dos minutos’, y durante la primera parte de la fiesta, tocó el grupo musical «Despistaos», que a todos animaron desde el principio. Más tarde, el mini-concierto terminaba con la canción ‘estoy aqui’ que es su favorita. Se trata de canciones que les recordaban a la epoca en la que se conocimos.
El resto de noche, el Dj Santi (primo de Juan) de Dándote Ritmo, fue quien se encargó de pinchar música y convertir el lugar, en una discoteca propiamente dicho.
¡Fue un día precioso e inolvidable!
Gracias
por transmitir tanta magia, por vuestra complicidad,
por compartir un día tan especial…
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