Noelia & Roberto
Porque nunca se puede llegar a saber el cómo, ni el dónde, y ni mucho menos, el cuándo… Un día crees que tienes toda tu vida «resuelta» (como aquél que dice…); toda ordenada, establecida en una ciudad en la que imaginas, ya nunca te mudarás… Y de repente, a raíz de un simple viaje, todo da un giro inesperado, y algo hace cambiar aquello que creías ya, inamovible…
Y no hablo de ningún fatídico hecho, ni mucho menos, yo aquí solo me dedico a hablar de cosas bonitas… Me refiero a lo único que de verdad nos hace cambiar el rumbo, sea cuál sea, sin mirar atrás, exacto, hablo del amor!!
Ni Noelia ni Roberto podrían hacerse una idea de lo que ese viaje a Nueva York cambiaría sus vidas. Ella es de Madrid y él de Murcia, pero fue la ciudad de Brooklyn, la que les unió de un «chispetazo», en un bar brasileño, hace ya, algunos años…
Una historia que marcó el comienzo de su relación, y que a día de hoy recuerdan con especial ilusión. Es por eso que quisieron que en su boda, hubiera miles de detalles que les recordaran a ese viaje, tanto en decoración, como en los mismos trajes, momentos…
Llegado el momento, Noelia decidió que Marcela Mansergas sería la persona perfecta para diseñar el vestido de sus sueños…!! Así que no dudo en acudir a su atelier, y cumpliendo sus deseos, el vestido era espectacular.
Como comentaba al principio, los novios querían reflejar en cada detalle, su historia de amor y cómo comenzó; así que haciendo un guiño a ello, Marcela incorpó, bordado en sus mangas, la palabra «New York» por el lugar donde se conocieron, un corazón por el amor de ambos, y una palmerita para representar esa atmósfera tropical del bar donde se conocieron.
Noelia quería ir cómoda y estilosa, así que escogió las conocidas bailarinas J´Adior en color rosa empolvado, de la firma Dior; que a mi personalmente, me encantan! Creo que es una opción ideal para todas las novias que no quieran llevar tacon.
Del maquillaje se encargó Consue Ortíz, y el peinado fue obra de Annie Vidal de I am Hair Care; ambas resaltaron su belleza natural, e iba guapísima. La trenza era impresionante, y todo el mundo coincidió en que estaba preciosa!
El tocado, una pieza de Lelet NY que me parece una pasada, sencilla pero muy especial; una peina con perlas de distinto tamaño que quedaba ideal. Los pendientes eran de Tiffany & Co. y el conjunto, una maravilla.
El ramo de novia fue obra de Oh Canela, sencillo, discreto, y muy fino. Se trataba de hortensias blancas entrelazadas sin más; y yo lo vi exquisito.
Roberto se decantó por un chaqué a medida en gris marengo, con corbata turquesa y topitos blancos; unos tirantes de Scalpers en marino, y gemelos de Bulgari. Súper elegante sin duda!
Tanto del reportaje fotográfico, como del vídeo, se encargó Tipos y no hay más que ver las fotos para comprobar que no pueden ser más detallistas. Además, creo que tienen un color y un algo muy especial que les caracteriza y me encanta, si alguien aún no les conocía, seguro que coincidirá conmigo en que son geniales!!
La ceremonia se ofició por la mañana, en la Catedral de Murcia; emblemática y señorial, es una preciosidad, y una boda allí mucho más.
Noelia no pudo llegar mejor acompañada, tres niños de arras muy especiales para ella, le acompañaron al altar, y a todos los invitados arrancaron una sonrisa de lo más tierna. Y sus damas de honor estuvieron junto a ella en todo momento. Como si de una típica boda americana se tratara, a ella le hacía una ilusión infinita, tener a sus damas a su lado!
La comida se celebró en El Estudio de Ana, una finca familiar y con historia, ubicada a 5 minutos del centro de la ciudad. Nadie imagina el encanto y naturaleza que envuelve esta casa, hasta que no conoce el interior, es preciosa.
Del acondicionamiento, decoración, organización… y demás, se encargó Valisse; una empresa de diseño y producción de bodas que se dedica a hacer proyectos únicos. Además, ellas son un encanto, y todo lo que tocan lo convierten en oro! Sin exagerar, os animo a conocer todo lo que son capaces de hacer, porque creo que se superan en cada uno de sus trabajos.
Siempre tan atentas, innovadoras, detallistas… Con Noelia y Roberto, llegaron a crear la boda que siempre habían soñado, y siguiendo sus deseo de tener en todo momento presente, aquél viaje a Nueva York que cambió sus vidas, idearon un concepto de boda totalmente personalizado y único.
Fue una boda con gestos y detalles muy «americanos», pero si algo querían ver representado en la decoración, era el ambiente tropical de aquel bar brasileño en el que se conocieron. Así que, Valisse se encargó de crear un salón que emulara una pequeña «selva tropical».
Mesas imperiales y redondas; manteles estampados que combinaban con la rústica madera al aire, centros de mesas con hojas de distintos tipos y tamaños, coronas verdes colgando del techo, guirnaldas de luces, piñas y el verde como protagonista… Música brasileña en directo y muchas caipirinhas.
Uno de los momentos más divertidos fue sin duda, cuando Noelia decidió tirar el ramo a sus invitadas. Millones de risas y nervios por ver quién sería la afortunada!
Fue una boda sin duda preciosa, al detalle, donde se reflejó en todo momento, la historia tan bonita de Noelia y Roberto.
Mil gracias
por haber compartido en Le Plumeti, algo tan especial…