Covadonga & Miguel
Hablo en primera persona porque me incluyo en el gremio… Y es que pienso que a veces cometemos el «fallito» de soñar un futuro, buscar en el horizonte la persona que quizás pueda acompañarnos, ¿dónde estará, cómo será, qué ocurrirá…? Cuando lo realmente importante es dejarse llevar, puede que quien menos esperamos… se convierta en alguien mucho más que especial.
Jamás habían imaginado que algo así pasaría, y tras muchos años, ambos encontraron el amor.
Los dos somos de Burgos y nos hicimos amigos en la adolescencia. Sin embargo, nunca había pasado nada entre nosotros ni tenía ninguna pinta de que fuera a pasar. Hace 5 años mi hermana organizó una fiesta en la que Miguel y yo apenas conocíamos a los demás, así que nos pasamos la noche hablando. Probablemente con unas copitas de más, me dijo “tú y yo vamos a acabar casados”. Y poco a poco, la broma de aquel día acabó poniéndose seria.
El 6 de abril de 2018, de camino a una boda en Asturias, paramos en la playa de la Franca. Casualmente, es en esa playa donde nuestras dos familias (por separado) han pasado la mayor parte de los veranos de su vida y a los dos nos une algo especial con ese lugar. Desde ese día aun más, Miguel sin ser capaz de articular palabra (y creedme que le cuesta callar normalmente), sacó el anillo del bolsillo. Fui yo la que tuve que preguntarle a él que si me estaba pidiendo matrimonio. ¡Jamás le había visto tan nervioso!
¿No es cierto que cuando hablan así de bonito, la ilusión en sus palabras se desborda? ¡Yo he sido capaz de revivir con ellos cada momento!
Cuando nos prometimos teníamos claro que no queríamos hipotecar más de un año en la organización de la boda, así que cuando nos enteramos de que la iglesia que queríamos estaba libre en 6 meses, no lo dudamos y nos lanzamos. Fue un poco locura, pero lo volveríamos a hacer así (una boda en 6 meses es posible!).
Quizás con tan poquito tiempo, nos cuenta Covadonga, los nervios porque todo saliera bien se multiplicaron; pero no hizo falta más que rodearse con profesionales de primera, para que todo fuera tal y como ellos habían imaginado, un sueño.
Covadonga contó con Chusa Collados para el diseño de su espectacular vestido de novia, y sin duda, el resultado me parece maravilloso.
Su madre, inseparable siempre, también jugó un papel fundamental; y su ayuda y exquisito gusto, fueron clave. En un primer momento, Covadonga tenía en mente llevar un chaleco que complementara el vestido, pero fue buscando distintas telas juntas, cuando cambiaron de idea. Dieron con una seda natural, completamente bordada y maravillosa; y de ahí surgió el añadir esta pieza como sobrefalda, que para mi gusto es espectacular.
Al vestido interior tampoco le faltó detalle; de manga larga y escote cerrado, por la parte delantera adornaban unos botones ideales, y en la espalda, un discreto dibujo. El conjunto al completo, una preciosidad.
Si algo tenía claro desde el principio nuestra novia, era que quería llevar un turbante de la misma tela que el vestido; y Chusa Collados también se encargó del diseño del mismo. La diseñadora además, dio vida a los vestidos de la hermana y madre de Covadonga, y no pueden estar más agradecidas por el trato inmejorable, paciencia y profesionalidad. Con tocados de de Marcela and Co, y de Basail Tocados, ambas iban muy elegantes.
Del maquillaje se encargó Marta Gómez, y del recogido Lara Rosales; quienes consiguieron un aspecto muy natural y juvenil. ¡Nuestra novia brillaba con luz propia!
Como joyas, Covadonga lució su tan especial anillo de pedida, de Joyería Chelo Nieto, junto a unos pendientes en forma de aro, de la firma Aristocrazy. El llevar unos aros como pendientes lo decidió en una de sus pruebas de vestido, cuando casualmente, llevaba unos de diario, y el efecto le encantó. ¡Yo también creo que quedan perfectos!
Como zapatos, se decantó por unas sandalias de Salo Madrid en color maquillaje, que combinaban a la perfección; y del precioso ramo de novia de hortensias blancas, se encargó Floristería Bambú.
Miguel llevó un chaqué a medida en color gris, de López Aragón 1976, muy elegante, salta a la vista. Junto a una camisa celeste de Camisería Langa, y corbata granate de Marzullo.
Los zapatos eran de la firma Carmina Shoemaker, y en cuanto a las joyas… Como no sabía cual elegir acabó yendo con dos relojes, uno de cada abuelo; y gemelos de oro, herencia de su abuelo paterno.
La madre de Miguel escogió un diseño de Conchita Saiz, con el que iba también, guapísima.
Y algo que nos cuentan con especial cariño…
Antes de la boda, Miguel quedó con todos sus amigos, hermanos y primos a beberse un porrón de vino en una bodega a la que van muchísimo (para no mancharse, compró 100 baberos!!)
La ceremonia se ofició en la Iglesia de San Nicolás de Bari, muy famosa por su retablo y con unas vistas impresionantes a la catedral; el pasado 20 de Octubre de 2018.
Un día que ya ha quedado grabado en sus memorias para siempre…
Covadonga llegó acompañada de unas niñas preciosas que hicieron de damitas, y lucieron unas capas ideales de Bonmikids. Y durante la misa, el grupo musical Conjunto Madrigal amenizó cada momento.
De todo el reportaje fotográfico se encargó el equipo de Belleepok, y tal y como nos tienen acostumbrados, el resultado es fantástico.
Una vez terminada la ceremonia, todos se trasladaron al Palacio de Saldañuela en Burgos; lugar donde continuaron con la celebración. El catering vino servido por Catering Eventos RICE, quienes lograron un menú y puesta en escena inmejorable.
Tanto Covadonga como Miguel tenían claro desde el principio que la celebración tendría lugar con ellos, ya que conocen por descontado su profesionalidad. Ricardo, el dueño, es amigo íntimo del padre de Covadonga, y el éxito con ellos, estaba asegurado.
Para la decoración floral, tanto de la iglesia, como del restaurante; contaron de nuevo con Floristería Bambú; y ambos solo tienen palabras de agradecimiento para Susana, la dueña; por su carácter encantador, y su precioso trabajo.
Más allá de las flores, de la decoración nos encargamos nosotros. Hicimos alguna que otra manualidad y mi hermana (Silvia) nos hizo el diseño de las minutas, meseros, misales… Es una autentica artista!! Las invitaciones nos las hizo una tía de Miguel, y de los dibujos del mapa que añadimos en la invitación se encargó mi padre. La verdad, tuvimos muchísima suerte con la ayuda que tuvimos!
No hubo una temática concreta, pero quisieron hacer un guiño a Asturias, lugar que les une mucho, con detalles como un rincón de sidra, o los nombres de las mesas, que eran playas de Asturias. Además, el ramo de novia eran hortensias blancas, muy común en Asturias (y su flor favorita).
La entrada al banquete fue lo más divertido. Entramos cantando, micrófono en mano, Mi gran noche de Raphael (Miguel, además de cantar muy bien, es un fanático de Raphael, y se la piden en todos las fiestas y BBC). A la gente, aunque al principio no se lo esperaban, les pareció lo más normal del mundo porque nos conocen y somos muy gansos. Todos se animaron muchísimo con ese momento.
Si de algo estuvo marcada esta celebración, fue de sorpresas inesperadas; como la que las amigas de Covadonga le dieron, cuando empezaron a levantarse una a una, al son de “A mi manera” sacando de debajo de la mesa una hortensia de distintos colores, hasta acabar formando un ramo enorme. Hasta su padre lloró…
Con la Marcha Radetzky, los novios regalaron los ramos mientras todos los invitados se animaban a bailar. Además, Miguel repartió a algunos amigos y familiares casaderos, un gorrito y una bola de presidiario.
Uno de los momentos más especiales y emotivos fue sin duda al final de la comida, cuando Miguel sin que Covadonga se esperara nada; le sorprendió cantando dos canciones que podría decirse, son “sus canciones”, y que tenía preparado junto a un amigo suyo a la guitarra: «Quédate«, de Funambulista, y «No puedo vivir sin ti«, de Coque Malla.
Como regalo para los invitados no queríamos el típico regalo que, o bien se queda en la mesa, o la gente lo guarda para no usarlo nunca, así que encargamos al novio de mi hermana, que tiene una marca de calcetines, Ladrón de Huellas, unos modelos personalizados. Lo había hecho en otras bodas, y la verdad es que es un detallazo y a la gente le encantó.
Abrieron el baile con «I’ve got you under my skin«. Era algo que Miguel tenía claro desde hacía mucho tiempo, ya que ambos se habían imaginado bailando juntos esa canción recién casados, y fue una gran elección.
Clase & Criterio fueron los músicos que ambientaron tanto el cóctel como el baile, y todos los invitados estuvieron encantados con ellos, hicieron un espectáculo muy divertido.
Teníamos miedo de que saliera alguna cosa mal, pero nos rodeamos de gente que nos dio muchísima tranquilidad y pudimos olvidarnos de todo y centrarnos en pasarlo bien. Todos los invitados estaban entregadísimos, y lo dieron todo. Hasta los más adultos se quedaron hasta que apagaron la música, los primeros autobuses volvieron vacíos.
La verdad es que fue un día tremendamente feliz y perfecto. La gente no paraba de decirnos lo feliz que se nos veía, y la verdad es que no parábamos de sonreir, fuimos dos novios muy disfrutones. No sé cómo no teníamos agujetas en la cara al día siguiente…
Y así es como debe terminar un día tan memorable.
GRACIAS
Por haberme hecho partícipe de algo así de especial…
Hay almas a las que uno tiene ganas de asomarse, como a una ventana llena de sol…
By: Federico García Lorca.
Fue una boda maravillosa, entrañable, todo salió perfecto. Todos los que participaron en la boda dieron el resto así que fantástico.
Enamorados del vestido y accesorios de la novia y tambien del coche de la boda, un post estupendo!
Me parece que se han olvidado de alguien.
Y las invitaciones?