Adivina cuanto te quiero

Lo que nos gusta ver llegar el buen tiempo… en muchos lugares de nuestro mapa aún se resiste el invierno y siguen quedando pequeñas “pinceladas” de frío y lluvia; pero ya se nota como ha cambiado el ambiente, los días son más largos y se huele a ganas de mar…

(Diseño Tocotó Vintage)

Como buena “sureña“, declaro amor incondicional y eterno al sol, al mar, al calor, al vestido sin medias, a la arena, al mojito, a la sandía, a la brisa marina, al olor a palmera, a la nevera azul, a las terrazas, a la noche de verano, a la paella, a los pies con arena, a las toallas de colores, al pelo mojado, a los vaqueros rotos, a la piscina…

Y no hay nada que me guste más!

(Diseño Macali)

Continuamente compruebo que salen nuevas colecciones para los pequeños miniPlumetis y veo como se actualizan y modernizan, aunque siempre, de manera moderada y manteniendo la esencia infantil más clásica.

Veo absolutamente necesario, que su indumentaria les permita un movimiento fácil, ya que no paran!!

Entiendo que es mucho el cariño y amor que por estas personitas se siente, y, al igual que ellos descubren de nosotros, todos queremos descubrir con ellos; experimentar y probarles millones de ropitas con las que a veces le “daríamos bocaditos”…

(Diseño Tul y Pompón)

(Diseño Trixi kids)

(Diseño Nueces Kids)

(Diseño Kokoro Kotone)

(Diseño Casilda y Jimena)

(Diseño Bb & Culettines)

(Diseño Eve Children)

Reconozco haber descubierto un nuevo mundo de colores y estampados, una gama de tonalidades muy naturales, neutras y cálidas que sacan el lado más tierno y alegre de los gorditos…

La sencillez ha ganado importancia y, me atrevo a decir que vuelven diseños de los 80, detalles como cuellos y estampados que recuerdan nuestra propia infancia.

Cuando veo estos modelos, me es imposible no recordar aquellas tardes de verano cuando mi madre me cortaba fruta de muchos tipos en trocitos pequeños para merendar, o la terraza de mi abuela donde unía con elástico dos sillas de plástico para saltar toda la tarde, recuerdo dormir con mi abuela mientras ella nos abanicaba a las dos y cuando mi padre entraba por la noche a mi habitación con un “buenas noches pillabichos“…

Son tantos los momentos que me vienen a la cabeza, tantos besos y achuchones, juegos y risas, lo felices que éramos con tan poco; esa inocencia natural que desprende la mirada de un niño…

No hay nada más dulce, más tierno, más bonito.

(Diseño Mamamadejas)

(Diseño Bonnet à Pompon)

(Diseño Kokoro Kotone)

(Diseño Sophie Kids Wear)

(Diseño Vega by Bimbi)

(Diseño Tris Tras)

(Diseño Laupers)

Era la hora de dormir. La liebre pequeña color de avellana se agarraba fuertemente a las orejas de la gran liebre color de avellana. Quería estar segura de que la liebre la escuchaba.

“Adivina cuánto te quiero” Le dijo.

“Uf! No creo que pueda adivinarlo” Contestó la liebre grande.

“Así” Dijo la liebre pequeña abriendo los brazos todo lo que podía.

La gran liebre color avellana tenía los brazos aún más largos. “Pues yo te quiero así” Respondió.

Ummmm… Cuánto! Pensó la liebre pequeña. “Yo te quiero hasta aquí arriba” Añadió la liebre pequeña.

“Y yo te quiero hasta aquí arriba” Contestó la liebre grande

….

(Pasaron las horas intentando superarse la una a la otra)

…

La pequeña liebre tenía tanto sueño que no podía pensar más; entonces miró por encima de los arbustos, hacia la enorme oscuridad de la noche. Nada podía estar más lejos que el cielo _Te quiero de aquí a la luna_ Dijo y cerró los ojos.

“Eso está muy lejos” Dijo la liebre grande “Eso está lejísimos”

La gran liebre color avellana acostó a la liebre pequeña en una cama de hojas, se quedó a su lado y le dió un beso de buenas noches.

Luego se acercó aún más y le susurró con una sonrisa “Yo te quiero de aquí a la luna… Y VUELTA”

Libro “Adivina cuánto te quiero“

(Diseño Pepitobychus)

(Diseño Mi Canesu)

(Diseño Tul y Pompón)

(Diseño Nueces Kids)

(Diseño Mi Canesu)

(Diseño Terese Enfants)

(Diseño Eve Children)

Como dice este precioso cuento, es muy complicado expresar o delimitar el amor que nos tenemos, no es posible medir…

Recomiendo este cuento tan bonito que he “resumido“; me encanta, tanto su contenido como la moraleja; el autor es Sam Mc Bratney y está ilustrado por Anita Jeram. Un clásico que ha acompañado durante generaciones y que refleja el amor entre un padre y su hijo, incondicional.

Creo en la importancia que la lectura tiene desde que somos muy pequeños, no solo porque fomenta los conceptos y la calidad lingüística en el vocabulario; sino por la imaginación que alimenta; se sueña, se madura y se educa.

Favorece especialmente el desarrollo afectivo y psicológico, emocionalmente se aprende a distinguir sentimientos y necesidades que el cuerpo experimenta.